BETTI Y LOS DUKES (1970-1990)
Conjunto formado en la población de Silla casi de broma, que es como solían comenzar la mayoría de los proyectos artísticos. Era enero de 1970, cuando ya había pasado la fiebre del rock y del beat, cuando unos cuantos amigos que rondaban los veinte años y tenían mucha afición musical, deciden juntarse para formar un conjunto, decidiendo dar a nuestra comunidad una música valenciana con arreglos modernos.
En esta primera formación estaban: Antonio Benaches Iborra (Silla 3-6-1952), en la guitarra solista; Vicente Martínez Martínez “Viçent” (Silla 5-9-1950), al bajo; Francisco Chelarda “Paco”, en los teclados; José María Sedano, al saxo; y José Martínez Martínez “Pepe” (Silla 21-3-1946), como batería.
El experimento comenzó a funcionar y a las primeras semanas las voces y los instrumentos ya se acoplaban, pero necesitaban un cantante solista que diera entidad al grupo. Por entonces la novia de Pepe, Mari Carmen Albert Cases "Betti" (Silla 24-8-19¿?), acudía de vez en cuando a los ensayos, y en una ocasión, de forma espontánea cogió el micrófono y comenzó a cantar.
Ya solo les faltaba un nombre y eligieron Los Sioux, como una metáfora a su espíritu de lucha. Tras embastar un pequeño repertorio contactan con Espectáculos Gómez de Benetúser, quien tras escucharlos les consigue una actuación en la semana fallera, en la carretera Malilla. Aunque solo cuentan entonces con tres meses de experiencia musical, la prueba de fuego es satisfactoria y su representante, allí mismo les sugiere el cambio de nombre artístico al no considerarlo muy apropiado, ya que piensa en potenciar más la figura de la cantante. Así nacen Betti y Los Dukes.
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1970. Afiche promocional.
Sus primeros pasos fueros alejados de Silla, compraron una furgoneta para el transporte de los equipos y comenzaron sus actuaciones, concretamente en la Sala Xuquer, en la Feria de Julio, y amenizando bodas en restaurantes de Catarroja, Quiquet de Beniparrell, etc. Y finalmente en La Sirena y las fiestas de agosto.
En 1971 se produce la primera reorganización, ya que los compromisos contraídos les obligaban a una dedicación casi en exclusiva. Junto a los hermanos Pepe y Vicent más la propia Betti, se incorporan Ángel Mirasol (Silla), pianista y Julián Maroto (Benetúser), mientras el grupo va madurando y reajustando el repertorio.
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1971. Afiche promocional.
Al cabo de casi dos años de rodaje haciendo actuaciones esporádicas, en la temporada de verano o los fines de semana, el grupo se siente totalmente consolidado.
En 1972 contactan con el empresario Blas Ribelles, quien representaba a los mejores cantantes y grupos del momento, quien les consigue una actuación en Bilbao, donde son contratados de prueba en la sala Trébol de Baracaldo, y allí se quedaron dos meses haciendo una gira por la provincia, recordando especialmente las actuaciones en Santurce.
Alternaban sus actuaciones con otro conjunto, y es aquí cuando contactan con Miguel Gastaldo, el cual estaba actuando por aquella zona y por Santander, ofreciéndoles algunas composiciones suyas y orientándolos en el mundillo de las grabaciones discográficas, ya que estaban valorando la posibilidad de convertirse en profesionales de la música.
Betti y Los Dukes se habían lanzado de pleno, tuvieron mucha suerte, cobraban puntualmente y su nombre sonaba en todos los ambientes musicales valencianos.
Tras la boda de Pepe y Mari Carmen y su regreso de la zona de Bilbao, retoman sus actuaciones por la zona de Alicante, reforzados por un experimentado músico y compositor al cual llamaban “Napi”, actuando solos o bien de teloneros de figuras importantes como Julio Iglesias, Raphael, Camilo Sesto, etc.
El grupo en 1974 con “Napi”.
Después marcharían a Almería, y de allí al norte de África y a Canarias, viviendo sin duda la mejor época del conjunto.
Al poco tiempo Betti se queda embarazada, pero esto no supuso ningún impedimento, pues continuó cantando hasta el octavo mes de embarazo.
Los Dukes, en solitario, también tuvieron sus propias fotos promocionales para poder firmar tras sus actuaciones.
Volvieron a actuar por Madrid y Albacete, firmaban autógrafos, les llamaban para programas de radio, especialmente el de Enrique Ginés, “Discomoder”, donde estuvieron clasificados como números uno durante todo un verano.
Una característica importante a destacar de Betti y Los Dukes era la movilidad de los miembros del grupo, que se alternaban en función de los desplazamientos.
En 1978 el grupo estaba formado por: Betti, cantante; Pepe, batería; Eusebio De la Llana, bajista; Eduardo Perpiñá Navarro “El Botxero” (Silla 27-10-1946), guitarra; y Manuel Ferrando Fenollar “Manolo” (Almudaina, Alicante 1950), al teclado.
En 1980 incorporan al grupo a José Huecas Vicario “Pepito” (Puertollano, Ciudad Real 29-3-1957), guitarra rítmica.
Posteriormente entran: Alfonso Brocal Bonastre “el Rochet” (Valencia 1-5-1957), bajo; y Francisco Chelarda “Paco”, que estuvo ya con ellos en su primera formación, en los teclados.
Tarjeta promocional. De izquierda a derecha: Alfonso, Pepe, Betti, Vicente y Huecas.
En 1984 graban su primer disco sencillo, con las canciones “Las noches de San Juan” y “El lago de la Albufera”, ambos compuestos por Miguel Gastaldo Riera.
El disco sale al mercado en enero de 1985 y en él participan: Betti (voz), Rochet (bajo), Huecas (guitarra), Chelarda (piano), Viçent (teclados) y Pepe (batería).
Casi un año después graban su segundo disco, donde estrenan dos nuevas piezas de Miguel Gastaldo: “Sant Josep” y “Monte Picayo”. Esta vez participan: Betti (voz), Chelarda (teclados), Viçent (bajo), Huecas (guitarra) y Pepe (batería).
Finalmente, con estos mismos componentes, aparece un LP con canciones inéditas con el denominador común de la temática valenciana, como “Pepa, pepita fina”, “Bons valençians”, “Que no pare la música”, “Mare dels Desamparats”, “Alacant” y “Castelló”, un disco con canciones todas ellas en la línea del ritmo verbenero y “marchoso”.
Hoy día aún recuerdan actuaciones donde el público no bailaba, se acercaban a la pista a escucharlos, sobretodo cuando estrenaban algunas canciones difíciles, por ejemplo “Acuario”, que adaptaron al repertorio “de lujo”. Aquello, que duda cabe, les llenaba de gozo, porque la gente reconocía que sabían hacer buenas versiones.
Tanto Betti como sus compañeros combinaban sus habituales trabajos con la música, ya que según sus propias declaraciones a los medios de comunicación en la época “No podemos vivir de la canción, que es lo que más nos gustaría, pues, aunque llevamos varios años en el candelero, hemos sido nosotros mismos quienes nos hemos pagado los discos”.
Tarjeta promocional. De izquierda a derecha: Pepito, Viçent, Chelarda, Betti, Alfonso y Pepe.
Betti & Dukes, dedicaban todo su tiempo libre a las actuaciones en directo, actuando en numerosas poblaciones de toda la Comunidad Valenciana.
En 1990 se disuelve el grupo dejando atrás una trayectoria de veinte años.
NUEVO SIGLO:
